Las velas aparecieron de la primitiva costumbre de iluminar a los Dioses, y a los Espíritus, Antiguamente para iluminar a los Dioses en los rituales se utilizaban lámparas de aceite, pero luego con el descubrimiento de la parafina, aparecieron las velas y la primitiva costumbre de dar luz a los Dioses y a los espíritus se ha mantenido hasta el día de hoy e incluso se puede decir que ha ido creciendo.
Lo más importante, cuando se van a utilizar velas, es la intención que se pone en ella, aunque obviamente no puedes hacer un ritual para atraer al amor usando una vela negra. Por eso hay que acompañarse de su simbología tanto de colores, como de formas.
Algunos sostienen que el mensaje que podemos obtener en el ceremonial de encender una vela, nos es dado por una entidad espiritual a la que hemos alumbrado; otros aluden la participación del inconsciente colectivo; y muchos, que encontrando válidas ambas consideraciones, también tienen en cuenta algunas otras más como la naturaleza energética, astrológica y psicológica del sujeto terrenal.
Las velas pueden ser: de parafina, de cebo y de miel.
Siempre es mejor utilizar velas de parafina pura o de miel.
Las de miel se emplean para hacer endulzamientos y armonizaciones; se desenrollan y con un palillo de dientes se escribe la solicitud y el nombre de quien se requiera.
Las de cebo se utilizan únicamente para invocaciones de magia negra, no siendo recomendable el uso de las mismas para iluminar seres de luz; son escogidas generalmente con fines perversos. Y las de parafina,son las comúnmente más utilizadas en todo tipo de ritual de magia blanca.
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